sábado, diciembre 30, 2006

La música y yo (me, myself & my music)



Cuando tenía 3 años dice mi madre que decidí tocar el violín porque lo ví en el programa de televisión de Rosa León. En aquella época roja de la tele, cuando todavía existía mi admirada Pilar Miró.
Yo recuerdo que cuando me ponía los casettes de Rosa León o de Victor Manuel y Ana Belén o todos aquellos de entonces, miraba por los agujeritos negros del altavoz en aquel radiocasete gris y todavía de aristas y esquinas marcadas y le decía '¡mira mami mira! Veo a los niños del público ahí, ¿los ves?'
Yo ya entonces empezaba a desear ser aquellos niños que demostraban cualquier talento por la tele.

...Y yo pensaba que todo empezó con Menudas Estrellas, pero no, venía de antes...

1991

A los 7 años empecé a tocar el violín. Era la más pequeña de mi clase y era tan chiquitita a su vez que los amigos de mis padres me chinchaban diciéndome "más vale que no has cogido el saxofón!" Y el caso es que a puntito estuve de apuntarme a saxo, pero ahí quedaba Rosa León marcada en cera.

Tenía un mini teclado Casio que me trajeron los reyes por aquella época con el que daba la tabarra a mi familia todo el día y con el que componía canciones con mi prima Elisa. ¡Teníamos un grupo!: 'Los Inquietos' y todavía me acuerdo de algunas canciones: "el arco de iris nos viene a anunciar la paz en el mundo amor y verdad". Muy de catequesis pero con solo unos 6 o 7 años. La letra era de mi prima que era muy ingeniosa y cantaba muy bien. Yo tocaba la pandereta, la maraca y le daba al 'on' del pianillo con el ritmo que hubieramos elegido.

Mi sueño siempre fue tocar la batería. Quería ser 'bateriísta' además de astronauta, pero como era hiperactiva mis padres siempre dijeron que NO a lo de la percusión. Después me las apañaría con el K'nex (ese juego que es como un mecano pero de los años 90, con palitos de colores), un lapicero enganchado terminado en una bola de papel y celo, la papelera metálica y unas paletas 'Tam-Tam' de playa además de la omnipresente pandereta navideña montándome mi propia "batería". Nota: Las baquetas también eran lapiceros. Y ahí me pasaba horas de siesta de mis padres dando el coñazo en mi cuarto.

Con 8 años me dio por mezclar música con las dos pletinas de casette de la minicadena del cuarto de estar. Mezclaba la Banda Sonora de 'El Rey León' con 'Bom-bom Chip' y 'Laura Pausini'. ¡Para morirte! Sólo recuerdo que había un cacho que era: "nanananananana bomgabomgabum nananananana ven al camerún" (de Bom Bom Chip) y de repente saltaba lo de "Hakuna Matataaaa".

En esa época llamé varias veces a Menudas Estrellas para ser Ana Torroja. Sí, lo admito. Todo hay que admitirlo cuando es verdad!! Nunca me cogieron la llamada. Siempre he pensado que soy gafe.

Después llegó The Kelly Family y en ellos representados mis sueños: tocaban todos los instrumentos, cantaban, bailaban, viajaban por el mundo entero, tenían el pelo laaargo. Eran Hippies!! y yo quería ser su hermana pequeña. Mis primas se enamoraban de los chicos de aquella familia. Yo también, pero si me daban a elegir elegía haber nacido entre ellos. Mis padres les odiaban, lógico, renegaba de mis progenitores...! la verdad es que era una obsesión bastante gorda la mía con "La Kelly" como les decíamos nosotras. Pero era bonita. Me duró tantos años... Sé tanto de sus vidas que podría escribir un libro, lo juro por lo que más quiero.

Mi tita tocaba la flauta travesera pero lo dejó. Aquella flauta también la heredé yo. Sabía tocar la canción de Titanic y acababa medio colocada de tanto soplar. Luego, sería el año 98... 12 años sí. Voy rápida pasando los años. Aquellas navidades llegó el momento del Teclado grande porque pensaba hacer grado medio de violín y me exigían Piano. Bueno, pasaba horas y horas con él, pero no conseguía coordinar mis manos!
Me metí en la orquesta de flautas del instituto. Sí, flautas Honer de esas. Inhumano. Imagínate decenas de adolescentes granudos y suprahormonados soplando flautas de plástico durante dos horas de ensayos. El director moría en el intento. Yo quise tocar los timbales. ¡Mi sueño! ¡Percusionista! y durante un año lo hice. Después ya dejaría la orquesta.




A los 14 con la adolescencia dejé el violín. Quería algo más moderno. Estaba harta de tanto Vivaldi, Bach... así que decidí empezar a robarle la guitarra a mi hermana hasta que me compré una.

Ya poco antes de irme de aquí hice una colección para componer música por ordenador y monté un 'pseudo grupo' con una amiga.
...



El caso es que la música siempre me ha acompañado (cuando era una cría mi padre también me regaló una armónica (es con hache o sin hache??...). Creo que me la trajo de Bélgica o Bruselas, no recuerdo, pero le tenía un cariño especial).
Para mí los instrumentos eran mi mejor regalo. La música va unida a mi persona inconscientemente, sin darme cuenta de por qué. Me transmite tantas sensaciones como un buen libro o peli o incluso mejores, porque mientras suena puedo hacer otras cosas. Me encanta la música en la calle, es como ponerle banda sonora a la vida...


Pero después de todo este repaso tan emotivo y parece que inventado (parezco el hombre-orquesta de Mary Poppins!!) queda decir que no sé tocar bien ninguno de estos instrumentos. Chapurreo de todo, como siempre, pero nada acabo.




Y sí, la verdad que el violín se me daba muy muy bien, pero no aprobé el examen de grado medio: los nervios siempre me han jugado demasiadas malas pasadas en los momentos decisivos de mi vida. Y como siempre, no puedo aceptar la derrota, el fracaso y lo acabé dejando, como dejé el piano abandonado en mi desván porque no ponía el empeño suficiente ni tenía paciencia para aprender poco a poco y bien, como murió la flauta travesera en un armario cuando me aburrí de ella y de aprender, como desapareció mi violín en otras manos a cambio de dinero cuando se me había quedado pequeño y no quise comprar otro...
Como la colección de composición de música por ordenador que nunca llegué a utilizar demasiado o el grupo aquel que nunca llegó a nada.

Como todo en mi vida!

Y ahora aparece un grupo de chicos que quiere que cante con ellos y me pongo feliz pero desconfío de mi aguate, de que sea capaz de seguir mucho tiempo sin aburrirme, de que sea capaz de soportar el esfuerzo que supone el ir poco a poco y no querer comerme el mundo en un día.

Y cuando siento que en clase de teatro no avanzo, pienso en tirar la toalla... porque al final siempre lo he hecho... y aunque sé que nunca la suerte estuvo de mi lado, ¿yo tampoco persigo lo suficiente mis deseos? ¿Sé realmente cuales son o son tantos que soy incpaz de centrarme?

Esta vez no. Ya no soy una cría. Voy a seguir y lo voy a conseguir. Lo tengo claro. Siempre fui una "adicta al arte". Siempre he desado demostrar que sirvo para ello... y aquí sigo, en mi casa, en pijama a las ocho de la tarde y escribiendo frente a una pantalla...
Ni siquiera le digo a casi nadie que sé escribir y que lo hago aquí.

2006

En fín, el cuento de nunca acabar.
Creo que estoy madurando


al menos ya reflexiono sobre ello.

Mil quinientas melodias. Tantas canciones que conforman mi vida y de las cuales muchas no sé la letra exacta porque el pirateo al fin y al cabo nos hace daño. Pero música. Siempre música.

martes, diciembre 26, 2006

"Metamorfosis"








Sí, esto... Navidad
Ya. La familia-las cenas-los brindis-y-regalos.
Ajá.

Paso de hablar de la Navidad.

Para mí es como cualquier otro día pero con el puñetero compromiso de tener que comprar algo a los tuyos para que sepan que sí, que les quieres. Porque ellos te van a regalar a ti: ¿cómo no vas a regalar tu algo? Y claro, ¿cómo no vas a hacer aprecio a todos los manjares que la abuela haya preparado? ¿Y cómo poner malas caras si es una reunión familiar? y ¿salir de casa cuando es 25 de Diciembre?... Esto es como el ramadán de los moros pero con alcohol, claro: "ES ASÍN"
¡y punto en boca!

No sé si la juventud al final sucumbiremos (como hacemos al final todos y con todo) a esta tradición y seguiremos con la farsa cuando seamos los 'cabeza de familia', pero es que hay tanta gente de la que me rodea que no disfruta de ese espíritu navideño que nos obliga el resto, que me da la impresión de que tiene los días contados! (también se pensaba de la iglesia y, bueno, ¡ya se ve la misa del papa y sus "catecúmenos" discípulos que salen por La2, que no disminuyen!

Pero en fín, que no quiero terminar alargándome con este tema trivial.

Decía. La semana pasada me robaron. Un pobre gitano que huyó por las vías del metro túnel adentro por 18 miserables euros y un móvil que iba mal. Me dio rabia por los números de teléfono, básicamente, y la documentación y sí es cierto que mi primer pensamiento fue: "lástima no le haya arrollado el tren", pero en realidad ahora me da pena la poca droga que se iba a poder comprar a mi costa.
¡Hijo de Dios, no robes en la zona de la universidad que somos todos unos garrulos sin un duro! vete a la zona de pelas 'tontolaba'!!
Así que hoy, después del empacho navideño de todo ser humano, he tenido que ir a renovar mi carnet de conducir entre otras cosas.

"Tráfico":
Allí, en la cola, mientras no dejaba de pensar obsesionada con el robo por haber dejado una mochila a la vista dentro de mi coche de dirección resistida, me he fijado en la chica que iba delante de mí y no he podido parar de mirarla e imaginar. Ponerme en su lugar (será esto del método que al final es parte de nuestra persona) y tratar de saber por qué era así. Qué le lleva a una chica de unos 20-22 años a ser... así.

Vestía zapatillas de deporte blancas, muy blancas, con los cordones del mismo color que resaltaban sobre todo su vestuario, a saber: unos pantalones de pana rosas palo muy muy ajustados, excesivamente, terminando en una ligera campana con el dobladillo metido y un abrigo blanco, un falso plumas con varias 'lorzas' pequeñas estilo michelin (el de las ruedas)
que también era unas dos tallas menos de lo que ella necesitaría, con lo cual la forma michelin se confundía con un entramado de curvas muy juntas de su propios michelines. El pelo estaba grasiento y teñido de rubio pollo, liso, cogido en una cola mal puesta cerca de la nuca dejándose un flequillo mal cortado que llegaba justo al ras de sus gafas gruesas y feas, muy feas. La chica era poco agraciada físicamente, pero es que su forma de vestir de 'maniquí del Bershka después de ser robado para un mercadillo' no ayudaba lo más mínimo.
Bueno, he sido demasiado dura, lo siento. Sólo es una descripción de lo que he visto. Pero es que cuando ha llamado a su novio con esa voz como gangosa y me aparece el típico eterno-adolescente-mental ("que pasa primooo") de pelo engominado y de punta con los pantalones de dos colores anchos y caídos y la cazadora enorme dejando un triágulo abierto en el cuello donde enseñar sus medallas doradas llamándole 'cari', he empezado a divagar...


Te despiertas una mañana, cual Metamorfósis de Kafka y no eres un insecto, no. De repente te levantas y eres así. Juro que no quiero ser cruel, pero no sé, era carne del Diario de Patricia y pienso: esas chicas que, como ella, seguro que siguen las vidas de todas aquellas mujeres que con sus esqueléticos cuerpos y grandes gafas y vestidos de marca ocupan hojas y hojas de revistas y algún que otro programa y triunfan, a su modo pero se las ve "realizadas", y se dejan caer como quien ha nacido así de estupenda por cualquier sarao; esas chicas jóvenes que admiran a toda aquella que aparece por esa tele que ocupa sus sobremesas de después del trabajo (sí, el que parece que no les va a llevar a ningún lado fuera de su barrio) y se levantan temprano en sus habitaciones con algún que otro poster de Bravo y fotos de comunión y amigas para acudir al tajo día tras día desde que acabó su FP o se sacaron el graduado... ¿Qué sienten? Se miran al espejo de su humilde armario y ¿por un minuto se imaginan siendo Britney Spears?, quizá, pero mueven la cabeza y enchufan la radio, y tras un breve soñar vuelven a la realidad y angustiadas por ver que nunca podrán ser así dejan de arreglarse, se dejan llevar por 'lo que hay' y prefieren ni intentar estar mejor o mejorar algo cómo están. ¿Para qué pensar? es más fácil así. ¿Para qué ponerse guapa? Para todo eso ya están los demás. Yo cojo mi móvil, le mando un sms al churri para que venga a buscarme después del curro, vuelvo, como, ayudo en casa, me siento en la tele y dejo de pensar... me echo mis cigarros y ocupo mi tarde. Me saco el carnet, miro mi móvil (de nuevo. Insistentemente. Ese móvil con politono sonitono David Bisbal y un cacharrito colgando de la parte superior) y... y...
Imangino que despierto y me he transformado en eso.
No sé si es peor dejar de ser humano o ser humana y dejar de lado la esencia: dejar de pensar y de alimentarte de unos impulsos que te hagan seguir adelante más allá de donde ahora estás. ¿Quién es más feliz? ¿Ella con su churri, su coche y su empleo o yo... en realidad sin nada?
Y no quiere decir que crea que es menor un empleado de un supermercado que un ingeniero de aeronáutica. Es tan necesaria una Cándida como el mejor doctor (estaríamos buenos, esto podría derivar si no, cágate, a una teoría hitleriana de esas que a veces creen que es necesaria la eugenesia, eso dicen). Pero es el hecho de ver que a veces el desdén que proyectan los medios de comunicación llegan a chicas que quizá más débiles, terminan siendo un híbrido entre Camela, Belen Esteban, Britney Spears, Michellin... y transmiten algo que no sé, me produce cierto desasosiego...




[POLÍTICAMENTE CORRECTO, RESPETO, TALANTE, etc HOY EN DÍA:DIGO Sólo es una observación subjetiva. No pretendo criticar a nadie ni decir que lo mío es lo correcto ni nada de eso. La gente es feliz de diferentes maneras. Sólo es mi análisis desde fuera, aburrida en una cola. Ni siquiera entablé una conversación con ella... ¿acaso no se puede comentar ya lo divagado?]

Mi turno. Rellena esta solicitud con bla. Ajá. Bla. Ajá. Bla y Bla. Bien. Coja número y pase por ventanilla. ¿Esa? La que toque. Vale: 927. Ok. Miro el número: 855. Vale, esto... 927, 855... 927... 855! 9...2...7... ¡¡¡855???

Joder, tengo para rato. Seguiré observando a quien me deje.

Feliz Navidad y esas cosas.



Carry on, carry on / the sun will always shine






martes, diciembre 19, 2006

Gracias a "DIOS" he debutado

Tengo descrito mi viaje de llegada (mi caótico viaje) en las hojas en sucio que rellené mientras volaba hacia aquí. Está listo para ser colgado en esta página donde de vez en cuando desahogo lo que no sé decir en palabras o donde símplemente cuento pequeñas cosas que me suceden, pero ahora mismo eso es tan poco importante...

Es tan difícil expresar qué se siente cuando te subes al escenario después de tanto tiempo sin chutarte la dosis de teatro necesaria para seguir adelante...
Era la Primera vez que iba a pisar el teatro más bonito e importante de "mi tierra". La primera vez que me llamaban para que actuase en algo de manera ya... profesional (?!!?) Me da hasta vergüenza decir esto último porque yo no me he sentido en ningún momento diferente a como me sentía en aquel taller de teatro del pueblo del que salí para bucear en los bajos y altos fondos del arte de la gran ciudad.




La primera vez que tenía como compañeros de reparto a aquellos que había visto sobre el escenario desde que mi padre me llevaba de pequeña a ese teatro.
Y sí, por supuesto que tenía muchísimo miedo de no estar a la altura, pero traté de lanzarme tan fuerte y lejos como pudiera: cada día que pasaba entre ensayos un poco más y más y más... y aunque me viera menos experimentada y peor, aunque de lo nerviosa que estuviera en ocasiones mis manos se movieran con vida propia y ataques epilépticos tapando todo lo que se ponía a su alrededor, sólo me servía para apoyarme en eso y subir un poquito más pese a los obstáculos que me ponía mi tremendo catarro.
¡Dios!... (y nunca mejor dicho)

La obra era aquella de la que hablé, si: "DIOS" de Woody Allen. ¿O debería decir mejor "DIOS" de Paco Mir? Porque lo que en una primera lectura me había parecido una comedia un poco mala, de repente se había convertido en la obra más divertida que yo había hecho hasta ahora. Era sorprendente ver cómo él era capaz de hacer chistes y humor hasta de las frases más tiradas del texto. No sé si es porque era mi primera experiencia, lo digo, pero me ha resultado una persona increíble. ¡Un cómico serio! menuda paradoja, pero eso es lo que realmente le hacía interesante. Un tío que sabe y que es agradable, con tanta experiencia a sus espaldas y que acepta montarse en el coche de una cria de 20 años con la 'L' en la luna de atrás, sin calefacción ni gasolina, que anda a trompicones, se cala 5 veces seguidas y al que los asientos se tumban solos.


Símplemente un placer trabajar así.

Trabajar... si todo el mundo disfrutara trabajando sólamente la mitad de lo que disfrutan(mos) los actores con nuestro trabajo, no habría tanta infelicidad, por llamarlo de algún modo, en este planeta...

Y el resto de actores, mis compañeros, capaces de estrenar una obra en cuatro días...
[...entre los que también estaba yo... !!!]

Y mi familia, que a modo de gitanos acuden en masa para arropar desde el clan a la artista (ja payo)...

...Y el reencuentro con la persona más especial que he podido conocer nunca (...y yo no lo sabía...) como el mejor regalo para terminar con esa noche de la que todavía no he podido regresar a la tierra...


Creo que medio cerebro mío se quedó adosado a esas tablas y dice que no que no y que no, que de ahí no se baja y por eso ando medio gilipollas hoy.

Supongo que no fui todo lo brillante que otra persona hubiera podido ser en mi papel. Seguro. Pero es "un pequeño paso para el hombre y un gran paso para mí".


Y floto sin despegar los pies del suelo; lo justo dentro del avión de vuelta.



Floatting.. I'm floatting

jueves, diciembre 07, 2006

1500 ideas inconexas sobre la amistad (gente)



El nervio que hace palpitar el párpado, el labio o el pulso la ha tomado con mi hombro izquierdo desde hace dos días.
Ya no sólo vuelven mis pseudo-ticks de rascarme la nariz o la cabeza, sino q mi cuerpo se convulsiona inconscientemente sin que nadie sea capaz de percibirlo. Al menos no parezco subnormal de cara a la gente, algo es algo.

Ya llevaba días sin aparecer por aquí. Creo que era la pereza de sentarme durante el largo rato que me ocupa esto de escrbir, pintar las letras y pensar en la imagen que debe estar ahí para completar todo el significado. Pereza ahora que me he propuesto volver a hacer un poco más de deporte después de que en este comienzo de curso mis músculos de antigua gimnasta se hayan atrofiado hasta casi desaparecer (algo que no me perdono:esta maldita pereza!!)

En fin, que reflexiono estos días sobre toda la gente que pasa por nuestras vidas. La gente que conocemos y creemos que nunca dejarán de estar ahí pero que sin quererlo poco a poco irá alejándose hasta pasar a ser parte de tu pasado; la gente que nunca dejará de estar a tu lado aunque haya kilómetros de distancia y pocas señales de vida en mucho tiempo, la gente que te entusiasma y con la que congenias desde un primer momento y luego te decepciona dándote un gran batacazo descubrir que no era quien tu pensabas...
...la gente que creías que era una buena amiga y a quien soportabas todos y cada uno de sus monólogos de chica acomplejada aunque tu te estuvieras pudriendo por dentro por querer gritar y que ahora que tiene a quienes contar lo que antes te contaba a ti (porque ya no vives a su lado como hasta ahora) ni siquiera se acuerda de que existes o si se acuerda no es una prioridad mantener el contacto con una simple llamada...

Y me planteo toda esta gente que está pasando fugazmente por mi vida y en quienes he llegado a confiar (tanto como en aquellas personas de toda la vida que nunca faltarán) pero que ahora me decepcionan y siento que las pierdo y no sé si realmente merece la pena seguir persiguiendo mantener esta "amistad". Estoy conociendo a tantas personas y no sé por qué me equivoco todo el rato a la hora de tomar a algunas de ellas como verdaderas amigas de esas de "para siempre"...

¿Seré yo? ¿Mi carácter?
La gente me asombra. La gente es falsa tantísimas veces (supongo que yo también lo seré y no soy consciente). Muchas veces hay quienes DICEN que no soportan a otro pero cuando les viene a hablar ese otro enseguida ponen su mejor sonrisa y donde dije digo digo diego... y cambian su opinión de un día para otro de otras personas y tu, ilusa, crees que eso es con "los otros", que tu eres su amiga 'de verdad'... (por dios estúpida!) hasta que abres los ojos y ves que tu también estás en su punto de mira. ¿Y qué vas a hacer? ¿poner tu mejor sonrisa cuando te viene a hablar?

Debe de ser mi carácter...


Soy incapaz de mentir con mi cara. Se me nota demasiado cuando ya no me interesa esa persona. Soy incapaz de callarme cuando me he sentido decepcionada por lo que yo creía una buena amiga. Y eso no significa retirar la palabra ni insultos ni nada de eso, claro. Símplemente se rompe el vínculo que se había podido crear.

Y así pasan a engrosar una extensa lista de personas que han conformado nuestro pasado y nuestro presente. Que en un futuro encontraremos sin quererlo en una calle abarrotada (o en algún vagón de tren o en cualquier tienda de una gran ciudad o...):

- Hola, qué tal?
- Hombre
(dos besos)
- Cómo te va todo? qué bien te veo.
- Pues nada bien, bien... ¡Me casé con Manolo!
-No me digas!
- Si, chica, ya ves.
- Vaya.. pues ya me alegro. Yo sigo como siempre, ya ves!
(risas de complicidad recordando cuando siempre estábais juntas)
- Y el trabajo y tal?
- Nada pues bien. Estoy de administrativa en una empresa y bien, no sé, contenta.
- Me alegro me alegro. (Breve silencio de sonrisas y miradas que dicen 'qué lástima haber perdido el contacto pero bueno') Bueno chica, que me alegro de verte. Podíamos quedar algún día para tomar algo.
- Si claro, ¿sigues teniendo el mismo móvil?
- Sí. Ya te llamo o me llamas, anque ando un poco liada, pero bueno. Ya hablamos eh?
- Sí venga. Dos besos. Que me alegro un montón de verte.
- Y yo tía y yo. Bueno, que eso. Un beso. Adios!


Y así con un diálogo tan básico como reconfortante te darás cuenta de que nunca habrá esa llamada, ni por tu parte ni por la suya, tristemente... pero las cosas son así...

Poco a poco me voy dando cuenta.

- Un beso. Adiós, adios.

Sometimes I feel like I don't have a partner... Under the bridge downtown...