lunes, octubre 30, 2006

Disertaciones sobre el suicidio un sábado a las cinco de la mañana en un autobús atestado

Volviendo a casa después de una salida nocturna improvisada conocí a un "gótico" (tribu urbana que, entre otras cosas, se diferencian por vestir de negro y llevar complementos y atuendos 'algo' siniestros) que me habló de la muerte.

Estaba esperando al infumable bus nocturno para volver a casa después de una noche con una hora fantasma más de baile, cuando se me acercó en la marquesina. Poco antes, bajando Gran Vía hacia la acera de enfrente del Museo de Chicote, donde pasa mi línea de transporte a esas horas, me había fijado en él. Estaba hablando con unas putas. Me sorprendió que los góticos también gozaran de los servicios del oficio eterno.


El caso es que empezó a hablar diciéndome que le llamaba la atención mi atuendo verde. "Paradójico", pensé. No me apetecía demasiado hablar, y le contesté seca "gracias", pero él parecía tener ganas de compañía, así que traté de rellenar mis minutos de espera con las palabras justas. Resultó que él cogía mi línea, así que me animé y me propuse rebatir todo aquello que me dijera, por diversión, para "provocarle" un poco.
Comenzó diciéndome que en el lugar de donde venía, el 'Dark Hole', había pasado inadvertido, que parecía que era invisible y que más vale que yo le hablaba porque ya se estaba empezando a pensar cosas raras (me vinieron a la cabeza las putas de antes, inevitablemente. Supuse que sólo era que necesitaba compañía) y directamente me clasificó a los góticos en 2 tipos: los que se creen que el mundo es una película de instituto norteamericano y los que piensan en el suicidio. "¿Y de cuáles eres tu?" pregunté. "De los que piensan en el suicidio". La conversación se animó. Clara estaba la pregunta 'por qué', y todo comenzó a girar sobre la metafísica. (¡Estaba realmente ingeniosa! no sé si sería inspiración divina o ese par de gintonics.)


- El momento de la muerte es el único momento en el que la gente se acuerda de tí, en el que eres tú el centro de todo -decía más o menos al principio.
- ¿Y es por eso que vistes así? ¿Para llamar la atención del mundo? ¿Tanto necesitas que se fijen en tí?
-No...
- Pero me acabas de decir que nadie te había mirado siquiera en ese lugar [...] ¿Por eso piensas en el suicidio?

Cuando se ponía nervioso hacía un pequeño ruidito mientras pensaba en forma de 'M' aguda y a la vez que se defendía movía su pelo (negro, largo y seco) con un ligero movimiento de cabeza hacia atrás. Para variar, comencé a hacerle mi "psicoanálisis" personal. Ese que hago siempre cuando hablo con alguien pensando en qué clase de traumas infantiles le llevaron a ser como es ahora.
Era una conversación totalmente pedante y me daba vergüenza cuando el chico de al lado nos miraba con una cara de entre asco y asombro, pero después me daba igual. Puede que fueran los crucifijos que el tipo llevaba colgados al cuello, pero no podía apartar mi atención de él.

El caso es que la conversación siguió, derivó, acabó hablando de la vida eterna, las religiones ¡y hasta Sartre! Ya cuando me empezó a decir cosas sobre el existencialismo que en realidad no decían nada como "Bueno, luego es complejo enfocarlo desde el existencialismo de Sartre, porque es algo que habla sobre la existencia, no?" "Tío, me estás diciendo de qué color era el caballo blanco de Santiago" no pude ocultar que, desde un punto de vista de fuera de nuestra conversación, aquello era ya disparatado y me hacía reír (como si yo supiera demasiado sobre Sartre como para rebatirle eso también... pero vaya, pude salir: creo que él sabía aún menos).

Llegué a mi parada. Ya eran más de las 5. ¡Qué ganas de meterme bajo el edredón! "Esta es mi parada". "La mía también".

Bajamos la calle. Me dijo que había empezado a estudiar teología. "Yo hago teatro", le dije, como si no hubiese servido de muestra mi interpretación de tocahuevos que había llevado a cabo durante todo el viaje.

Yo, "Yo vivo aquí". ¨
Él, "Yo ahí enfrente."

(...Perfecto...)

"A ver si volvemos a vernos, somos vecinos. Me ha gustado hablar contigo, chica."

Y la verdad es que, después de todo, no había estado tan mal hablar con él. Surrealista, pero a mi también me había resultado curiosa la situación.


No se tienen a menudo conversaciones así un sábado a las cinco de la mañana en un autobús atestado...

"In this cruel world where hearts are bound to turn to stone, where you are so alone..."



P.D: No me convenció. Me gusta demasiado la vida... igual por eso mi ropa esa noche era verde (chillón).

miércoles, octubre 25, 2006


El tiempo lo cura todo?

No voy a explicar qué me ha llevado estos días a ahogar entre las sábanas rojas e insomnes ese GRITO que tiraría a la mierda junto a mi sombrero, por pura rabia y desesperación, en cualquier descampado que encontrara a esas mismas horas de la madrugada en cualquier lugar del fin del mundo. Pero aún lo tengo aquí guardado, haciendo eco en mis adentros, y sólo espero que el tiempo lo disuelva porque pese más la verdad que toda la pantomima que la rodea (y que me quema).

Parece una frase sin sentido; una 'ida de olla' de una postadolescente en su etapa de crisis, pero es tan largo de explicar, de hacerlo entender, que simplemente callo el grito

y paso a otro tema (como puedo).

Ya tiene forma mi corto. ¡Ese corto que fue ocupando mis viajes en autobús camino de la bocatería las tardes de verano! Ya va cogiendo ritmo en mi ordenador poco a poco cada noche. Es más, ahora mismo debería estar en clase de "ciencias jurídicas" para ser una buena comunicadora en mi futuro (en serio????) y sin embargo tengo ilusión con este proyecto y me quedo en casa para seguir retocando detalles.
[ETERNO PERFECCIONISMO]
Seguramente sea otro pájaro más de mi cabeza. Otro proyecto que no llegue a un final... pero esta vez lo he cogido con ganas, con fuerza, ¡como cogí mis primeras clases de teatro el año pasado! y así me introduzco en los personajes por un rato y vivo sus vidas, recreo sus sensaciones, me enamoro de su energía...

(Hoy estoy poco comunicativa. Desde el punto de la mañana llevo regalando borderías, así que no me pidáis más...)

Qué fácil es soñar despierto en tu fantasía

cuando te cuesta dormir

...All of the stars are fading away
.

jueves, octubre 19, 2006

VOLVER

Hoy comenzaré con lo más frívolo que tengo por decir. Seré breve en cualquier caso.

Hoy retomé el cuadro que quise pintarle el verano de 2005 y que se pudrió durante todo el curso pasado en el fondo de mi armario

1- Sobre lo Cooltre

Me he inventado un término nuevo.
En realidad es un juego de palabras que me pareció 'cojonudo' el otro día, en una de mis horas de insomnio creativo a falta de ordenador.
A la vista de que esta temporada las tiendas del ciudadano de a pie, véase: Zara, Bershka, Stradivarius, Pull and Bear... abreviando: el emporio INDITEX y H&M, han optado por sacar una colección de moda 'retro ochentera y sesentera' (a elegir) similar a la vestimenta que defendían a toda costa hasta ahora el círculo de modernos de madrid, ellos, en su afan de ir a contracorriente en su aspecto físico (sí, ellos deben vestir siempre diferentes a la masa aunque por ello sus ropas y tocados sean de lo más antiestético) han recuperado las camisas de cuadros de franela, las chaquetas de chandal de táctel, los peinados estilo a la eterna presentadora del telediario de tve1 (Ana Blanco?) con su flequillo recto y corte angulado y las camisetas llenas de simbolitos smile del éxtasis (en honor al mítico Chimo Bayo, claro), fotos de la serie Sensación de Vivir o las Spice girls en su primera etapa. En definitiva: VUELVEN LOS NOVENTA?! (volverán también las cazadoras vaqueras con borreguito en el interior y las solapas?)
Y es entonces cuando a mi se me ocurre denominar a esta moda 'cooltre': porque ellos son lo más cool (lo más guay) de la actual "movida nocturna madrileña". Ellos van por libre y se diferencian y alían, cual tribu urbana, por sus ropas ¡porque ellos lo valen! Pero a la vez es una estética realmente cutre. Que fue fea en su día y lo sigue siendo hoy. Que para gustos los colores, está claro, y que lo 'popero' ya no mola tanto en el "cogollo" de Malasaña. Por eso es cooltre, porque en realidad ellos ya están de vuelta de lo que el resto comenzamos a comprar ahora en las tiendas y quién sabe, quizá marquen tendencia en un futuro no muy lejano (¿quién abogaba hace unos años por la vuelta de los pantalones pitillo??) pero aun así no deja de ser ropa CUTRE y bastante fea.


supongo que no se lo regalé finalmente porque mi propia autocrítica fue anterior a la que iba a hacer él, estaba claro, así que las ganas por acabarlo fueron disminuyendo hasta morir.


2- Vuelvo a mi rutina.

Ya volvieron las clases de teatro. Este año haremos algunos monólogos... y yo como siempre con miedo a bloquearme antes de empezar. "Ja! este año no", me digo a mi misma. Este año estoy intentando ser fuerte a pesar de mi fragilidad. Miro todo desde otro prisma y ¡qué cosa es la vida! ahora soy yo la que trato de ayudar a quienes se están ahogando en la gota de lluvia donde de vez en cuando chapoteo yo y que el año pasado a punto estuvo de ahogarme.
Llueve y en mi ventana apenas entra luz. Han colocado una red en el andamio que no me deja ver si hace frío o calor, de manera que a veces salgo a correr y sólo soy consciente de que llueve cuando ya estoy fuera. Otras veces me equivoco con la cantidad de ropa que ponerme para salir y parezco una cebolla bajo el sol del mediodía.
En la universidad las cosas no cambian, pero al menos este año nos hablan algo de arte y me encanta. Los temas que tocamos (sobre el arte contemporáneo) siempre fueron mis favoritos y casi todo lo conozco ya, pero no me importa... por fin hablan de la existencia del arte en esta carrea donde nos siguen metiendo con calzador y por el culo 'derecho' o 'empresas'.
Y después están los fines de semana y, quién dice que no, también existe la semana para soltar la adrenalina de la que me alimento. Salir y bailar. Salir y reir. Salir y recordar momentos vividos para vivir otros que el próximo viernes recordaremos.
Vivir.


El cuadro no está terminado. No sé que haré con él al final... supongo que guardarlo en el fondo del armario un año más. 'Casablanca' no caduca.
Era Casablanca. No Titanic ni Gladiator, sino Ca-sa-blan-ca


3- Epílogo (porque quda mucho que decir y tengo sueño.)

Crece el odio a la hipocresía en mí. Me inunda la bilis que me crea la falsedad.
Ayer volví a reunirme con viejas amistades. Hay muchas cosas por hablar y creo que nunca es tarde, ya lo dije en Junio antes de que este eterno verano fuese a comenzar, pero lo que no se puede pretender es hacer como que no hubiera pasado nada. Un par de cañas y todo solucionado? No. Las cosas se hablan y todo puede perdonarse y tener arreglo, pero no olvidar. Olvidar es imposible.
No es rencor, realmente es más una herida grande que duele, que cicatrizará ¡por supuesto! pero que se hizo con mentiras y falsedades... y eso es veneno.

Por otro lado, el domingo volví al microcosmos del pueblo materno: ese lugar donde la laca utilizada para sujetar el tocado de sus habitantes femeninas está a punto de crear un nuevo agujero en la capa de ozono por su exceso de uso. ¡Fui a misa! y... una experiencia que mereció la pena revivir. ¡Tanto que contar de esos 30 minutos de salvación de las almas!... pero ya lo escribiré en otro momento. Hoy estoy cansada...
y mañana me toca salir a actuar a mi.



Pensaba terminarlo con una frase bajo la letra de la canción que emulase la mítica de los amantes, y supongo que el próximo día que me ponga a ello (quién sabe cuánto tiempo pasará hasta entonces) allí aparecerá.
¡Qué inutil pintar un cuadro para esconderlo en un armario!
... Pero algún día cambiaré
Algun día
Paso a paso
Despacito

En fin, siempre nos quedará Madrid...

miércoles, octubre 11, 2006

Big Bang

.
.


Mi ordenador éstá roto.
Y hay mucha información acumulada
que va a estallar...
En cuanto pueda escribir aquí de nuevo,
si no se me olvida antes...
Miedo
!!!

lunes, octubre 02, 2006

El pisito



Mirando por la ventana veo el caminar de las personas que se alejan ajenas a nuestra indiscrección. Sólo los niños reciben las energías que lanzamos sin querer las personas con nuestra presencia y se quedan mirando hacia abajo absortos.
Cuando todo está callado el mundo vibra con el traqueteo suave del metro, poco más abajo que nosotras.
La luz escasea bajo el polvo de los andamios y duelen las pupilan en su retroceso al salir a la calle y ver el sol. Los blancos hieren más que un spray antipersona. Las gafas oscuras se convierten ahora en un elemento indispensable de tu bolso.
Dos obreros rusos se gritan y escupen insultos en el patio interno que se oyen por encima de la rotación del mortero del cemento. Dos viejos dicuten sobre cómo era antes el metro a las diez de la mañana de un día de pocas horas de sueño asomando sus tres rodillas a nuestras ventanas.

Colocada por el olor de la pintura negra que cubre por fin el feo zapatero y el spray rojo con el que he mejorado la estantería que moría aquel día en aquel contenedor, los martilleos de mi compañera en la habitación de al lado siguen en mi cabeza el ritmo de la alegre música que he utilizado para terminar el proyecto de 'bricomanía' que me había propuesto. Ahora sólo falta ordenar. Hoy hasta las ARAÑAS que ayer maté con mis chillidos parecen mascotas inofensivas que dejar subir a mis sábanas.


Y las esperanzas que están puestas en cada uno de mis movimientos desde que llegamos aquí... será eso lo que me hace ver todo lo que aquí me rodea ahora como mejor de lo que quizá a finales de curso sea.

De los demás temas que me afectan... salto sobre ellos con una zancada eterna para tratar de enterrarlos bajo kilos de ceguera e ilusión momentánea:
[Lo siento corazón, creo que es mejor no vernos en un tiempo, (lo necesito porque... después es peor) y hacer ahora sólo caso a mi cabeza. No por eso te me declares en huelga... que me muero!]

It's oh so quiet