
Renazco.
Lo digo en serio. Esta vez sí.
Llevo casi... dos semanas? sin escribir una sola letra en este sitio. MI sitio. Días de búsqueda interior, psicoanálisis, gritos tragados y suspiros ahogados por el nudo de mi estómago.
He vagado por las calles sin sentido, sin un objetivo. Andado intentando encontrar la sombra que perdí, como Peter Pan, para cosérmela a mis pies y que no vuelva a escapar, pero todo era inútil. Todo seguía siendo gris y me quitaba el aliento.
Huí finalmente a casa, e intenté descansar. Todo parecía tan claro y placentero... tan fácil... pero media hora antes de volver a mi rutina claustrofóbica, a mi expresionismo 'Münchiano', de nuevo recordé por qué había decidido que mi sitio ya no estaba en aquella casa donde las normas me impedían crecer. Debía volver a mi enfrentamiento con el mundo particular. Coger impulso desde el fondo del pozo donde el agua me estaba ahogando y nadar, nadar, nadar hacia arriba. [Los enfrentamientos con uno mismo siempre son más fáciles de entender y tragar que los enfrentamientos con tu(s) padre(s)]
Y vuelvo con la respiración contenida, relajada y espectante, para darme de nuevo de bruces con la campana infernal que crea este colegio mayor (pueblo de víboras donde el aire está viciado de olores pútridos!!).
Me encerré en mi habitación, otra vez, volviendo a sumergir la cabeza bajo tierra. Volví a llorar y a pensar en que no había salida... sino un final. Y volvía a andar cabizbaja a mi clase universitaria de rutina, a abstraerme en lo correcto para alimentar mi desasosiego, cuando decidí que o explotaba YA, o reventaban mis tripas.
-"¿Qué te pasa?"
Y lloré. Y me tembló el labio. Y comencé a soltar por mi boca todo aquello que llevaba tantos días tragando (y dejando ver sólo a medias a la persona que más le podría doler que yo no tuviera ganas de seguir, a aquella que me abrazaba aunque yo no estuviera dentro de mi cuerpo) y de pronto, había ahí alguien que había dejado de mirarse el ombligo, que había dejado de sacar su lengua de serpiente para escucharme. Y fue en ese momento en el que realmente me dí cuenta de que somos seres sociales, de que no podemos enfrascarnos en nuestro mundo interior para mirar todo desde la altura de una alpargata, ¡porque eso es lo que me estaba pasando!
Desde mi introspección enfermiza, desde mi incomunicación, la soledad se estaba apoderando de mi entorno aumentando cada día un poco más el muro que, aunque siempre vaya a estar allí, yo me estaba encargando de cubrir con mierda, alambre, intestinos y sueños rotos.
RENAZCO SEÑORES! Es mi día cero! Se terminó el prestar mis oídos a todo el mundo para que después muy pocos se paren a escuchar lo que realmente pasa debajo de mi inquebrantable sonrisa. Se acabó el temer demostrar de lo que soy capaz.
Voy a empezar a ignorar el miedo al fracaso y a crecer. CRECER! Llegar hasta la luna y sacar al mundo todo lo que pasa por mi cabeza. Tantos proyectos! tantas palabras! tanta felicidad por encontrar que me estaba ahogando mi olvido.
Hablé. Hablé por los codos. Conté muchas inquietudes que me hacían sobrevolar la realidad y de nuevo baje a la superficie. Saqué mi cabeza del pozo y tomé aire.
Un abrazo y por fin una sonrisa de verdad salieron de mí!
De vuelta a mi habitación escribí la lista de mi "final de la escapada" (tiene varios puntos y el orden realmente no sé si importa, pero los puntos tienen que ir siendo tachados). Por ahora los dos primero ya han sido superados.
A Saber:


Creo que de nuevo estoy volviendo a sentirme persona. No sé si realmente durará o es otro espejismo, pero me aferro a él porque por lo menos hoy estoy sintiendo que la contractura de mi hombro duele más que la del estómago.
Hoy tengo ganas de ir al cine!
[Y sí, es verdad, el teatro me viene tan bien... Aprendo a sacar y utilizar todo aquello que me carcome. Aprendo a superar motivos que me han llevado hasta ser la persona que soy.]
Aprendo que NO TODO PUEDE SER PERFECTO.
...Sé que hay gente que se encuentra en mi situación. En ningún momento me he sentido especial... pero sí sola. SOLA EN COMPAÑÍA.
Me ha dicho dicho una amiga que busca en la espesura todavía: "Nosotras somos de Acero por fuera y arena por dentro"
¡Qué razón tienes! Y anteayer hubiera disuelto mi arena o mi sal, o eso que somos por dentro, en el mar de lágrimas que ahora te ahoga a tí. Pero hoy siento que renazco. Y creo que puedo ayudarte.
Aunque no sé si será posible. (Tenemos que ser nosotras las que matemos al Lexatin!) Nadie más.
Pero sé que me entiendes. Me entiendes tanto que quizá si lees esto se te hayan saltado las lágrimas.
DÍA CERO.
"...but if yoy really want to live, why not to try and Make Yourself?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario