martes, marzo 07, 2006

Mediocridad

Y yo que huía de la mediocridad como de la peste...

(Reservo mi viaje a Amsetrdam para un momento de mayor tranquilidad emocional)

Se está desmoronando todo este mundo que me esfuerzo en montar para poder sobrevivir. Todo se está viniendo abajo como impulsado por la pólvora de la mala suerte.
Cuando no encuentras motivaciones pese a estar rodeada de gente que también anhela tus sueños, cuando sientes que no estás demostrando o utilizando todas tus capacidades, tu arte o intereses... cuando te das de bruces con un entorno tan ajeno a lo que tu creías una semana antes que podía ser maravilloso... Nada de lo que te rodea cada día (NADIE) tiene esos objetivos que tu buscas y que a tí te harían feliz, y sin embargo tampoco ellos conocen cuáles son los tuyos, ya que demostrar de lo que eres capaz o lo que realmente está pasando por tu hervidero mental en cada momento te resulta de una egolatría que rechazas, y no lo cuentas a nadie (a NADA) tragando, de nuevo, una vez más, tus sueños (altaneros?) o proyectos, y sintiéndote incomprendida o... ay! no lo sé. No sé nada.

He crecido y caído a los abismos en menos de un año. He conocido personas de iguales inquietudes y me ha hecho feliz... pero ¡no soy capaz de ir enseñando al mundo de lo que soy capaz! Por eso escondo este blog de mis más allegados. Por eso me desahogo sin ni siquiera mostrar mi rostro. Quizá ha llegado el momento de dejar de lamentarme, de dejar que me pisoteen como si ahí no hubiera nadie, de engordar un poco más mi ego y confiar en lo que tengo (... o valgo... la verdad es que realmente no lo sé).

El castillo que construía en el aire ha caído y los ladrillos me están apedreando más adentro de mi cabeza. Llegan ya casi a las entrañas y todavía duelen más.

Y me embarco en sueños que se evaporan, efímeros, quedándome sólo con la mediocridad como lugar donde existo realmente. Esa mediocridad que me ha acompañado toda la vida y de la que tanto he tratado de huir siempre.

Trato de desprenderme de esta piel pero está amarrada a mi ser. Es algo imposible.
Y miro, pero a veces quisiera arrancarme los ojos y otras reventarme los oídos para no escuchar; porque me doy tantos palos que viviendo en mi burbuja creo que sufriría menos.

¿En quién confiar si sólamente existo introspectivamente? ¿Si nadie es capaz de saber quién soy o cómo soy realmente?

La máscara de la sonrisa que pinta la inmutable felicidad de mi persona
Esa máscara de mediocridad que todavía no sé qué oculta...
O si oculta algo realmente.

Agenda de sueños: Ser una buena actriz y tener trabajo de ello que me llene; escribir un buen libro o narrativa corta de calidad; montar un grupo de rock; publicar mi poesía; rodar una historia mía, difrerente, surrealista como directora; viajar por todos los rincones del planeta; atreverme a pintar y dibujar o hacer todas esas ideas que surgen en mi cabeza... ser eternamente joven... ser inmortal.................................................................

No hay comentarios: