
El miedo a no avanzar en tu vida.
El temor a no lograr tus objetivos.
El aturdimiento de ver que los días pasan y TODO sigue igual que tiempo atrás: que los sueños de la lechera acaban con el cántaro roto.
Cansada de tanto luchar contracorriente te lleva la marea de lo fácil. Y es tan sencillo dejarse empujar por esos vaivenes de mediocridad... (no quiero volver a hablar de esta palabra que esquivo escuchar en mi boca).
La huida no es sino a tu nido. A ese lugar caliente donde nada tienes, pero tampoco temes. Corres al calor de lo conocido y una vez más, de nuevo, como siempre, sigues sin acercarte a tu meta tal y como te habías planteado tantas y tantas veces.
...
Quizá este camino que escogemos los que amamos el arte es tan sólo la manera de intentar encontrarnos a nosotros mismos o de aprender a mirar bajo la piel del resto del mundo en nuestra insistente búsqueda de un sentido a la realidad. Pero ¡qué arduo trabajo!
Y siempre acompañado de ese ego traidor.
Hablemos de megalomanía entonces. NO es tan sólo necesidad de grandeza y reconocimiento. De pasión por poner "nuestras manos junto a las de Marilyn Monroe en el paseo de las estrellas". NO es urgencia por demostrar que somos más que el resto. NO es creerse con un don del que otros carecen... ¿O sí?
¿Qué es realmente lo que nos une a todos nosotros para que nuestras energías sucumban ante los mismos problemas y tengamos el mismo tipo de angustia por huir de la mediocridad?
¡Y NO ES MEGALOMANÍA!
¡Muerte a la hinchazón de los egos! ¡Odio a todo aquel que trata de captar siempre comentarios superlativos por su persona!
Quizá sea que no correspondo al prototipo de actor que logra sus objetivos.
Quizá sólo me quede la huída.
Quizá el trabajo sólo no valga para nada. Quizá la suerte sea lo único válido.
Y el ego. Ese ego poderoso y asqueroso que se apodera de todo aquel que decide nombrarse "artista".
Vaya, esta bipolaridad me es familiar... No es tan dificil de creer que siempre existirán Lobos Esteparios.
Este mundo está enfermo. Ya no queda arte. Sólo necesidad de reconocimiento y poder. Todos estamos cegados de estas drogas engañosas.
Y es tan triste...
(Se llena este "mundillo" de prisas y pisoteos, melancolía y ansiedad.)
INCERTIDUMBRE
DESCONFIANZA

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