De grandes olas y jaulas de aire

Capítulo I:

Rumor, rumor/

que te llevan las olas/

a orillas recónditas/

donde no deberías llegar

(La pequeña gota termina convirtiéndose en maremoto y acaba por mojarme)

Que quede claro que YO NO SOY. NO EXISTO. Tan solo me han creado con un puñado de bytes. Sólo pertenezco a estas letras. Más allá muero. Carezco de familia. No poseo amigos. Soy un ente cibernético que refleja sus desasosiegos en forma de palabras. Mi imagen no es sino las fotografías que muestran mis estados de ánimo aquí. Así de INSIGNIFICANTE. NO TENGO NOMBRE. Mi casa se abre al encenderse tu pantalla. NO HAY NADA MÁS (apenas nada más...). Un ANÓNIMO buscando todavía qué personalidad tomar.

Con esto aludo al boca a boca. A los rumores que han llegado a destinos equivocados dentro de una botella de cristal... sin remitente. [¡cómo hay quien me dice "sé que tienes una página en internet"!] si YO NO SOY. NO EXISTO...

Punto y aparte.

Capítulo II: _____________________________ _________

Qué lejos estoy. Qué ganas de volver a mi... ¿casa? (¿y cuál es mi casa ya?). Una semana aquí y ya siento las paredes oprimir mis pulmones.

Me zambullo en el agua y nado un buen rato. Aquí las orillas están delimitadas: vas y vuelves, vas y vuelves... y en el trayecto dejas la mente fluir, nadar lejos, y los minutos pasan como segundos, y los días se hacen más amenos... pero de nuevo vuelvo a la cuenta atrás: a contar las horas en "minutos que me quedan para VOLVER". Como hacía hace unos años. Y me pregunto por qué. Por qué si todo lo que tengo allí parece un desbarajuste, si parece que no sé controlar todavía mi vida con mis manos, no quiero hacer otra cosa que enredarme en mi propio lío. Y se hace el vacío en mi tripa, como cuando bajas en una montaña rusa, con tan sólo plantearme a lo que me tengo que enfrentar a la vuelta. ¡Y hago propósitos! pero a este paso me voy a quedar sin uñas, sin pelo... y no voy a solucionar nada EN LA DISTANCIA.

Maldita distancia.

¡Malditos autobuses y sus precios malditos. Malditos trenes y sus azafatas emperifolladas que hacen que sea inaccesible viajar en ellos!¡Malditos los exámes de conducir!

Malditas sean todas las jaulas de aire.

Hoy sólo quiero descansar.

Cerrar los ojos entre estas sábanas que me han cubierto tantos años, impregnada por este olor característico que ya había olvidado mientras suspiro y trato de no pensar demasiado para conciliar el sueño antes que de normal.

"Te echaré tanto de menos... Cerraré fuerte los ojos hasta verte... sólo tengo que esperar"