jueves, abril 13, 2006

Refugiada en cada lavabo



La catarsis de esta sociedad ha llegado a los lavabos.




La ansiedad de un vida veloz, abnegada al fracaso, dominada por los estándares de belleza inhumanos a los que nos someten los medios audiovisuales, la necesidad de encontrar en ciertos "viajes" una respuesta a la falta de iniciativa e intereses que caracteriza a nuestras generaciones actuales... La incertidumbre que crea en nosotros, estos jovenes "super-formados" que hemos crecido entre algodones, el no tener una aspiración en la vida, ¡o quizá el agobio de tener tantas cosas donde elegir, tantos caminos, que no sabes por dónde tienes que tirar!, ha creado un halo de ansiedades que está cubriendo todas nuestras esperanzas.

Nuestros pasos nos llevan de algún modo u otro al baño.



Polvos duros cortados por las tarjetas de crédito que más tarde pagarán el vestidito de la talla 34 que llevaba la protagonista de 'Sexo en Nueva York' el capítulo pasado. Restos de alimentos pegados a las paredes del retrete y lágrimas de incomprensión después, cuando te mires al espejo y bebas otro trago de tu 'margarita' (con dos hielos y limón escarchado en el borde) para volver a salir a la pista de baile junto a tus amigas ceñidas en cuero.
Cremas antiojeras, anticelulitis, antigranos, antipieles-muertas, anti cintura, anti pechos-flácidos, anti-años, anti-vida, anti-todo...
Antídotos para convertirnos en clones de esta sociedad del espectáculo donde el tiempo es circular y todo vuelve a tener 20 años cuando se llega a los 40.

Ahí hemos crecido, alimentándonos de estas obsesiones personales, porque todo lo demás ya lo tenemos cubierto. Tenemos casa, educación, dinero (más o menos, pero existe), alimentos... con sólo una llamada podemos ver lo que sucede a lo largo y ancho de todo el planeta por televisión... pero sólo nos interesa lo que suceda a otras personas que, como nosotros, no tienen más problemas que 'qué me pongo', 'quién me quiere', 'QUÉ PENSARÁN DE MI...¿Y DE MI CULO?'

Así que escucho, observo, e intento pensar a dónde nos va a llevar esta situación. ¿A dónde vamos a llegar cuando nosotros crezcamos y pasemos a ser los padres de familia de esta sociedad? Si sólo nos interesa el ganar más dinero para poder 'mimarnos' más a nosotros mismos y poder tener cada día un poco más de ocio, y un poco más, y un poco más... ¡y que agradable es pasarlo bien! pero algún día creceremos... y pocas Britneys Spears hay entre las cajeras del Prica. Poco va a poder hacer tu hijo cuando al nacer sólo tenga en casa el libro de cocina que regalaban con el Marca... o cuando tengas que enseñarle lo bonito que es el románico español y te niegues a salir de tus cuatro paredes, o de tus 'fronteras' mentales...
Y qué triste, qué triste que te pida ayuda en un problema con su asignatura de historia y tú ni siquiera sepas quién era Espartero. (Al menos sabrás contar: sumar y restar, qué menos!, para conocer cómo va tu economía, si te llega el dinero para que tú y tu mujer os deis los últimos masajes antes de ir al club deportivo a poneros hasta las cejas de 'felicidad efímera')

Cerebros cortados por rayas de coca. Cinturas cosidas por puñetazos al estómago. Libros quemados para encender el fuego y calentar la cera de depilar axilas e ingles. Sonrisas constantes con puntos en la nuca.

Nos estamos volviendo locos?
La catarsis de esta sociedad se REFUGIA en los lavabos.

[Si. He vuelto al pueblo. He vuelto a ser consciente de que algo falla cuando no hay intereses ni aspiraciones entre esta gente. Algo de base. Algo que les lleva a la apatía y a la desestructuración de sus cabezas... quizá sea la droga. Quién sabe, quizá... su único escape, Al Fin Y Al Cabo]

"Oh Lord, won't you buy me a Mercedes Benz? My friends all drive porsches, I must make amends"

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